sábado, 19 de julio de 2008

Porque te tengo tan lejos.

Desde lejos,
me siento hoy
a esperarte,
desde aquí,
desde tan lejos,
desde mí.
Te quiero.


Pienso en ti.
En ti, compañera de mis días
y del porvenir.
De las horas amargas
y la dicha de poder vivir.
Laborando el comienzo de una historia,
sin saber, el fin.

(es de Victor esta parte no me acusen de plagio)

miércoles, 9 de julio de 2008

En (tú) tranquilidad

Qué rara ésta sensación de volver a comenzar,
con esta idea de reirme cuando oigo tu nombre,
de escribirnos a escondidas ilusiones recíprocas
de sonrojarnos tras nuestros miedos al vernos;
qué rara andrea, esta idea de simplemente
escribir/te.

Es nuestro inicio,
cuando no nos importa nada,
cuando lo pasado lo guardamos bajo sábanas rasgadas
y cuando nos sentimos tan tranquilos de saber
que nos queda todo un viaje juntos por delante,
todo nuestro primer viaje.

=) gracias.

lunes, 7 de julio de 2008

Así yo canto para recordar.

Miedo es, el de equivocarse nuevamente,
el de no saber qué decir
o el de simplemente pensar en decir
lo que no se quiere que se diga.

Mi mano sigue su helada rutina
mis ojos siguen tragandose sus lagrimas
queriendo evitarte un poco más,
sólo un poco, que me permita
rearmar mi fortaleza de mentiras,
esa que encontrarás
cuando derrumbes mi realidad.

Quizás mi mayor problema es
que tu sabes que eres ella,
y yo,
no sé si soy él.

"resumiendo,
estoy jodido y radiante
quizás más lo primero que lo segundo
y también
viceversa."

viernes, 4 de julio de 2008

Dialectica de mi derrota.

Cada cual entre sus manos
guarda pedacitos de tela
pedacitos de alegria
que de vez en cuando se estiran
para cantar y llorar
con manchas añejas o
trozos rasgados.

Quizás lo extraño para mi
sea poder admitir
que mis pedacitos,
últimamente,
se han vuelto un poco impacientes,
quizá un poco hormonales,
porque te miran constantemente
de reojo, a veces de frente
buscando algunas respuestas,
que no lograrán encontrar
mientras sigan esquivando
la idea de mirarte a los ojos.

Ayer,
encontré entre mis pedacitos
una nueva mancha, y debo admitir
que en un primer momento me espanté.
¡Qué miedo volver a encontrar manchas!
crei haber guardado bien mis pedacitos
para que no se volviesen a ensuciar
ni tampoco / a mojar.

Mi peor derrota,
es la incapacidad de borrar
las antiguas manchas de mis pedacitos.
Y sin importar aquello,
mis pedacitos,
aún quieren rasgarse con los tuyos
soltar hilos en la arena
construir espacio, entre dos,
corresponderse hasta olvidar la idea,
de que somos / un poco más
que unos simples pedacitos.